Tarde de Invierno
Berlín, tres de la tarde con doce minutos.
Miro por mi ventana y afuera hay una tormenta de nieve. Los copos caen, incesantes, como si estuvieran ansiosos por llegar a tierra.
Miro todo este increíble y silencioso espectáculo desde mi silla, mientras la taza de té me reconforta.
Todo esto es surreal.
El único problema es que estoy enfermo y me siento horrible.
Berlin, tres de la tarde con quince minutos.
Me soplo la nariz. Necesito más pañuelos.